Tengo muy claro que esperas cada verano para poder viajar a la playa o a un lugar donde pueda abundar el sol para quitar ese color pálido de tu piel tan poco atractivo. Y pensar así no tiene nada malo, sabemos cuánto te gusta verte bien y como adoras ese bronceado. Por esta razón es que en el siguiente artículo quiero prepararte para ese momento, para que puedas entender que esta exposición al sol no es lo más beneficioso. ¿Comenzamos?
La importancia de la vitamina D
Seguramente ya has oído hablar sobre la vitamina D o cómo el sol te aporta esta. Te haré un resumen muy rápido para que entiendas el contexto: Cualquier tipo de vitamina el cuerpo no la puede producir por sí mismo, por eso es indispensable que las puedas consumir a través de los alimentos, específicamente las frutas y verduras. En el caso de la vitamina D, la mejor forma de que la puedas obtener es por medio de los rayos UV. Estos son los que ayudan en su producción.
Y cuáles son los beneficios que esta vitamina le aporta a tu organismo:
- Ayuda en la mineralización de tus huesos, al retener y absorber el calcio y el fósforo.
- Además de evitar la perdidas de los mismos en el riñón.
Como ves, es ese as bajo la manga por parte de tu cuerpo. Pero ya te adelantaba que no todo es color de rosas, por eso quiero que también tengas presente los daños que el sol le puede causar a tu piel por una exposición excesiva. Recuerda que todo en excesos es malo.
Los daños que puede causar el sol sobre tu piel
Tu piel, el órgano más grande de tu cuerpo y tu carta de presentación a la hora de mostrarte frente a la sociedad. Razones suficientes para que cuides tu dermis lo más que puedas.
Si te consideras fanático de los baños de sol, lo mejor es que comiences a disminuirlos, porque tan solo conseguirás:
- Acelerar el envejecimiento.
- Alergia, conocida como intolerancia solar.
- Daños en tus células, que a largo plazo podría generar cáncer.
Lo bueno de todo esto, es que, a pesar de los posibles daños que podrías llegar a manifestar por el exceso de sol, existen algunas soluciones para no dejarlos y a la vez poder cuidarte.
La Clínica Mayo aconseja que antes de exponerte al sol, apliques bloqueador por toda la superficie que será expuesta. Cambia esa hora que dedicabas a tu baño solar por pocos minutos, los cuales puedes repetir. Lo ideal es que este tiempo sea entre 10 a 20 minutos, no más.
Lo horarios a evitar son entre las 11 de la mañana y las 4 de la tarde, y no te vayas a confiar un día nublado. Los dermatólogos afirman que el sol afecta de igual manera.
Ya te mencionaba lo del bloqueador, pues no será suficiente con que lo apliques una sola vez, tienes que hacerlo cada 20 o 30 minutos.
En conclusión, el sol puede tener efectos positivos y negativos sobre tu piel, pero todo depende de las decisiones que tomes.